Si se pudiera señalar un momento en la historia en el cual las ideas que surgieron en el renacimiento europeo, con su racionalismo y su bello humanismo, se vieron enfrentadas de la forma más violenta a su propio lado oscuro, sería en la segunda guerra mundial. El orden, la disciplina y la razón, características que por sí solas son neutrales, se vieron exaltadas por una sociedad alemana desesperada del caos y la humillación.
Pero antes de caer en la barbarie, y para muchos artistas y bohemios que vivían lejos de las miserias de las masas, Europa era un paraíso. Aquí dos libros que celebran a la Europa cosmopolita del humanismo desde las dos costas del Atlántico, y una película del momento de mayor decadencia antes del final.
El mundo de ayer: memorias de un europeo
-Stefan Zweig
“Europa y el mundo casi han olvidado qué cosa tan sagrada fueron antes la libertad civil y el derecho personal”.
“Es la época la que pone las imágenes, yo tan sólo me limito a ponerle las palabras; aunque, a decir verdad, tampoco será mi destino el tema de mi narración, sino el de toda una generación, la nuestra, la única que ha cargado con el peso del destino, como, seguramente, ninguna otra en la historia. Cada uno de nosotros, hasta el más pequeño e insignificante, ha visto su más íntima existencia sacudida por unas convulsiones volcánicas casi ininterrumpidas que han hecho temblar nuestra tierra europea; y en medio de esa multitud infinita, no puedo atribuirme más protagonismo que el de haberme encontrado como austriaco, judío, escritor, humanista y pacifista, precisamente allí donde los seísmos han causado daños más devastadores”.
La edad de la inocencia
(Título original: The Age of Innocence)
-Edith Wharton
“‘Fashionable! Do you all think so much of that? Why not make one’s own fashions? But I suppose I’ve lived too independently…'”
“He knew that there were societies where painters and poets and novelists and men of science, and even great actors, were as sought after as Dukes; he had often pictured to himself what it would have been to live in the intimacy of drawing-rooms dominated by the talk of Merimee (whose “Lettres a une Inconnue” was one of his inseparables), of Thackeray, Browning or William Morris. But such things were inconceivable in New York, and unsettling to think of. ”
Cabaret
– Bob Fosse
(Basada en la novela “Adiós a Berlín” de Christopher Isherwood)
“I’m going to be a great film star! That is, if booze and sex don’t get me first.”
“In here, life is beautiful. The girls are beautiful. Even the orchestra is beautiful!”