Esta es una frase del performance que hizo el artista Tino Sehgal para la Biennal de Venecia de 2005. Durante el performance actores paseaban por la sala de exposición exclamando y cantando la frase entre el público.
Esta es una frase del performance que hizo el artista Tino Sehgal para la Biennal de Venecia de 2005. Durante el performance actores paseaban por la sala de exposición exclamando y cantando la frase entre el público.